domingo, 25 de septiembre de 2011

Cada vez lo tengo más claro. Yo no pertenezco a este mundo. Me duele incluso tener que hacerlo. Yo pertenezco a la naturaleza. Ésa que apenas existe ya por culpa de quien todos sabemos. Sí, a esa persona que cada uno conoce mejor que nadie. El que lleva nuestra apariencia, nombre y apellidos. Cada uno de nosotros.
Aborrezco a la mayoría de los humanos, mis verdaderos amores son las criaturas que consideramos irracionales, pero sin embargo son más inteligentes que nosotros. Desearía ser uno de ellos y no uno de lo que soy. La gente reacciona diciendo cosas como "Pero no tendrías sentimientos". ¿Perdón? Si los animales pudieran entenderte eso se reirían de tu estupidez. O también suelen reaccionar dando a entender que no comprendería el cambio. Pero me da igual.
Seguramente nadie haya entendido nada de lo que he dicho, pero hablo más para mí misma que para cualquier otro. Quiero recordarme estas palabras, y jamás olvidar este sentimiento. Si lo perdiese, me habría perdido a mí misma, lo que soy, y lo que un poco todos somos, y que hemos sido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario