sábado, 28 de mayo de 2011

El sueño


El sueño nos acaba alcanzando a todos. Rebeliones, saltos, pasiones, todas acaban cuando te acuestas y entras en el mundo del sueño.
Pero yo no quiero irme a dormir. No, no mientras el sueño no me obligue urgentemente a tener que hacerlo. No, no quiero separarme de ti. No quiero tener que despedirme. La idea de dejarte y meterme en una cama donde no está quien quiero, es dolorosa. Quiero entrar en la oscuridad de mi habitación, buscar en silencio y a ciegas mi cama, palparla, sentir tu bulto y meterme dentro contigo, es una idea que me provoca un llanto de alegría. Acurrucarme a tu lado, besarte, tanto si te has dormido ya o no. Y dejar el mundo junto a ti. Que nuestras mentes se conecten, y no despertar jamás. Para qué querría más. Sé que si me duermo a tu lado no tendré sueños. Estarán todos cumplidos. No puedo aspirar a más.