![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6HQu3gYkh7ivd4dCGHLjlwrdvZhInj-y3ZdphzTRyCXYCi8KxsnNJ6n0c8lQkKLOshVr2ezibhfExgWef6UH7VAg4-hL4cWCcZSoj8f5EWffGPOSR94StWJgqgr2XaBBReMNN8YI4_eA/s320/1111111a.jpg)
Por un instante, descubrió su verdadera memoria, galopando por pequeñas praderas de riegos interminables.
-¡Corred, huid!- dijo el tío Albert.
-¡Pero nos matarán! -contestó el tío Albert.
Y así fue
_____________________________________________________________________________
Como si de un trotamundos se tratase, la pequeña Dorothy temblaba y amargaba la existencia de un cuervo blanco que sobrevolaba el tresillo. No es más cierto que estaba harto, pero no tenía más opción.
_____________________________________________________________________________
Hablaba, hablaba, hablaba, pero a la vez no decía nada. El joven estaba un tanto hasta las narices de aquella mujer, y cuando así se lo hizo saber (-Uganda, hablas, hablas, hablas y no dices nada. Estoy un tanto hasta las narices.) ella le contestó algo que lo dejó estupefacto (-Lo mismo pienso yo de ti. ¿A que no te habías dado cuenta?)
_____________________________________________________________________________
-Sólo una vez más cariño.
-¡Ya te he dicho que sí!
-Por favor, amor, dime que sí.
Necesitaba escribir algo.